lunes, 18 de agosto de 2014

3

Te suplantó un globo rojo con labios B/N
en mi cabeza pegada al índice
en mi libro de 300 hojas, 1200 errores ortográficos y media
mosca suicida entre la 23 y 24,
justo donde no estabas hasta que
te suicidaste
sospecho que te gusta beber tinta errónea
y te gusta chuparte los dedos después de escuchar a Neil Young y decirme
oye David, yo sé por qué la gente se muere.
Te escucho y escucho a Benedetti diciéndome que tú eres prácticamente yo
y que las montañas están solas porque cenan almas y beben aguardiente y no les gusta convidar.
Te sigo escuchando desde dentro, desde el cordón umbilical que ahorcaba
y siento como las olas son lenguas partidas por las notas embotelladas lloriqueantes.
El semáforo se cansa por las caras tristes y los relojes que nos miran.
Ahora sólo queda 20 segundos de canción y se acaba
19, 18, 17, 16 la gente se muere porque quiere hacerlo, yo quiero seguir viviendo, David,
pero es como seguir comiendo helado resfriada.
Salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario