viernes, 29 de agosto de 2014

7

ahora la mujer se dispone a terminar su grito,
planea, mira a los costados,
examina si no hay aún otra que
grita con los ojos encarcelados
se aburre
sigue la boca abierta
los ojos inquietos
la anatomía fuera
la gente está cosechada en círculo alrededor de ella,
se ríen, se aburren
hay ahí también los que babean de tanto grito
(la mujer calla y rápidamente toma el aire suficiente para seguir gritando)
AAAAAAAAAAAAAAAAAAA
garganta de latas sin conservantes
mugre que se cuela en la poesía
de repente alguien grita del público
un grito sincero, flama que escapa del bonzo
humo oxigenado, imperceptible
tanto grito, tanto bonzo vomitivo, tanta gente libertad, tanto del día, tanto del mañana mellizo, tanto y silencio.

sábado, 23 de agosto de 2014

6

A estas alturas de mi vida sólo quiero mirar por la ventana con el abrigo como colgado en mí. Quiero que por fin existan esas ganas de buscar una miss tristeza y darle el puntaje que se le pondría a la luna. Sólo se me antoja que esta noche explote y junto con ella el ukelele que suena a playa y junto yo con mis lentes más gruesos que antes. Porque simplemente mis pasos parpadean cual pez que peregrina, porque soy ser que dobla sus dedos y así sus venas, porque ya me jode que las chicas me miren como se mira a un cactus con lentes marrones. Los favores se me acabaron, ya no me los regalan, ni yo. Ahora es cuando las telenovelas parecen panfletos de amor y mi historia un panfleto de existencia resuelta en un cuadro sin pintar, en una canción con sed.  Debo de estar muy mal si en lugar de atar esta cuerda la dibujo niña e inocente y finalmente contar mi vida allá como si de una discusión se tratara.


jueves, 21 de agosto de 2014

5

Los edificios, esos grandes de Lima o de
donde vengan esos gigantes con ventanas,
no son sino
cadáveres
rezados
hacia arriba,
los que lanzan
sus ojos desde esos
umbrales no tienen
pizca del amén
y tienen en reemplazo
un café que se enfría
a
la
velocidad
de
una
letra
deletreada
en
un
poema.

martes, 19 de agosto de 2014

4

Si es verdad que no todos se dejan amar
entonces las fresas son dulces sólo cuando están en el sofá
señalándote,
si es verdad que pocos aman
entonces este mundo se muere de aburrido.
Aquí me tienes y no me tienes
con las uñas llorando
y con el tacto durmiendo,
aquí te tengo y no te tengo
y me tienes sin tenerte
y al final de esta teoría nuestra,
sólo quedan los discos rayados
más los libros abrigándose entre ellos
más los diccionarios sin tu nombre
más las canciones autistas
más el colchón al revés
más dios que borracho te llora
más la luna espectadora
más los lapiceros como flechas
más los pájaros que nadan
más nada
más yo
más, más, menos tú...

lunes, 18 de agosto de 2014

3

Te suplantó un globo rojo con labios B/N
en mi cabeza pegada al índice
en mi libro de 300 hojas, 1200 errores ortográficos y media
mosca suicida entre la 23 y 24,
justo donde no estabas hasta que
te suicidaste
sospecho que te gusta beber tinta errónea
y te gusta chuparte los dedos después de escuchar a Neil Young y decirme
oye David, yo sé por qué la gente se muere.
Te escucho y escucho a Benedetti diciéndome que tú eres prácticamente yo
y que las montañas están solas porque cenan almas y beben aguardiente y no les gusta convidar.
Te sigo escuchando desde dentro, desde el cordón umbilical que ahorcaba
y siento como las olas son lenguas partidas por las notas embotelladas lloriqueantes.
El semáforo se cansa por las caras tristes y los relojes que nos miran.
Ahora sólo queda 20 segundos de canción y se acaba
19, 18, 17, 16 la gente se muere porque quiere hacerlo, yo quiero seguir viviendo, David,
pero es como seguir comiendo helado resfriada.
Salud.

viernes, 1 de agosto de 2014

2

suspiro de caramelo que sale de la laringe sabor chocolate
sin amor sería como colorante de nube limeña o de infinito bostezo pasqueño
da igual
aquí
o en sus ríos vertientes de ser quemado por el frío
frío que no sufre y camina por donde sabe se verán bonitos sus pasos
un par de piernas bajo 30 grados bajo cero
suicida hombre que se muerde los dedos lentamente cuando su amor no asoma por la página que lee en la banquita en el frío en la mirada de la mujer de su vida que lo mira desde un taxi rojo que estallará con otra mujer cuando el frío obligue a cerrar el libro y olvidar en que página se esconden las mujeres que estallan.
Yo hago un corazón cruzando mis dedos.
Soy muerte por ser último hijo de mi madre, negándole así para siempre tener más ángeles, secándole las entrañas que seguramente resucitan seres más confiables que yo
seres que miran los semáforos y corren a atrapar los kilómetros que cuestan trabajo trabajárselas
seres que calientan a sus mujeres con chocolate y besito en la frente
seres que tienen solo 2 dedos con que señalar la muerte y con que señalar el placer de no conocerla aún.
seres sonrientes que esperan las olas-besos del mar
y ella que espera algún esqueleto que tenga dedos en el corazón y costillas en el rostro.
el riff del no-ser justo antes de que se trague la lengua y se diga yo la amo, tío, yo esperaba que ella me abrace pero vino y me regalo un sueño que no se le parece a no ser en el modo de cantarme canciones de cuna.